La energía sigue al pensamiento y la
manifestación sigue a la energía. Algo se vuelve material dada la energía en movimiento a través de
ello.
Cuántas veces hemos escuchado sobre la ley de
la atracción de que si lo piensas lo atraes. Pero para realmente generarlo hay
que estar enfocados e intencionados.
La focalización no solo es lo que piensas; sino
todo lo que dices, miras, escuchas, sientes, haces e imaginas. La energía se
dirige hacia aquello que focalizamos y el universo empieza a actuar en
consecuencia permitiendo que las cosas fluyan alineándose a nuestra intensión y
enfoque.
Si te pregunto qué quieres, tal vez podrás
contestar: “No quiero dolor, sufrimiento, duda o tristeza en mi vida”, entonces
¿Por qué lo tengo?
La programación neurolingüística nos dice que
el cerebro omite la palabra NO, por tal motivo, si dices “No quiero tristeza en mi vida”, lo que estas generando es tristeza en tu vida.
También es de gran importancia poner atención y
cuidado cuando digo que quiero algo y me enfoco en lo que no tengo, en lo que
me hace falta, puesto que lo igual atrae lo igual, entonces voy a estar
atrayendo más de lo que no tengo, más de lo menos. “Yo quiero darle a mis hijos todo lo que no tuve, y al final seguiremos generando carencia en ellos”.
Otra situación común es que la mayoría de las personas cuando quieren resolver un problema, solo se enfocan en el problema, llenando de energía el
problema y por consecuencia siguen teniendo el problema, a menudo más grande. Recuerda que la
energía sigue al pensamiento, y la manifestación a la energía. En la escena en
donde el padre le dice al hijo: “no vayas a tirar el jugo” ¿Qué sucede después? !Derrama el jugo!. No
es porque el niño sea torpe, rebelde o desobediente. Es porque la instrucción
fue dada de manera equivocada. <Si te doy una instrucción clara: “No pienses en un elefante rosa”, ¿qué es lo que
haces? ¡Piensas en un elefante rosa!> Igual aquí, se ha creado una imagen del
jugo derramado, así que es lo que se manifestará. Lo correcto es crear una
imagen de lo que SI se quiere y no de lo que NO se quiere. Por ejemplo;
“agarra bien el vaso”, “pon el vaso en la mesa” o “ten cuidado con el jugo”.
Si quiero algo, ¿Cómo le hago entonces? Lo primero es que tu
deseo venga desde tu SER, desde tu verdadero yo, ahí solo es abundancia, no hay
carencias; pide y decreta en positivo, después aprende a desprenderte de lo que
no tienes, puesto que no podrás tener algo hasta que lo dejes ir, sabiéndote
completo sin eso que dices querer y que aún no tienes; y por último se
agradecido con todo lo que si tienes.
Cuando realmente sabes lo que SI quieres y
estas enfocado e intencionado, vives una vida de abundancia, determinación,
significado y aportación, volviéndote un imán atrayendo todo lo que por derecho
divino te corresponde.
Pero que pasa cuando sabes lo que quieres y además estas enfocado, pero aún así no logras materializarlo. Y además, te escuchas a ti
mismo explicándote y justificándote el porqué no lo logras. Entonces habría que
poner especial atención a tu sistema de creencias limitantes, “Quiero más
dinero, pero no soy lo suficientemente hábil para generarlo”, “Quiero bajar de
peso, pero soy de huesos gruesos”, “Quiero una relación de amor y armonía, pero
todos los hombres son iguales” (Visita la publicación de “Las creencias”).
Es muy común escuchar a la gente decir: "¡Si Dios quiere!", te aseguro que Dios es bueno y que él siempre quiere, la pregunta es ¿tú quieres?.
"No basta con querer: debes preguntarte a
ti mismo qué vas a hacer para conseguir lo que quieres"
Franklin Roosevelt
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