miércoles, 18 de marzo de 2015

¿Es bueno o malo?



"No existe nada bueno ni malo; es el pensamiento humano el que lo hace aparecer así."
William Shakespeare

Todas las cosas y todos los eventos son neutros, simplemente son tal como son. Lo bueno y lo malo tan solo es una creación mental que nace con la cultura de cada pueblo, con la religión, con los valores y con las creencias de cada persona.

El fuego tan solo es fuego, tal vez alguien podría decir: el fuego es bueno porque es fuente de energía, y tal vez otro podría decir; el fuego es malo porque quema, ¡Yo lo viví! nadie puede decirme lo contrario, yo lo toqué y me quemó. Pero al final, el fuego no es ni bueno ni malo, simplemente es fuego.

Ahora, todo tiene su razón de ser en la vida, nosotros somos quienes elegimos que hacer con ello, nosotros decidimos que filtro poner ante cualquier situación y determinar si es bueno o malo. Podemos crecer, estancarnos, lamentarnos o transformarnos ante cualquier situación que vivamos.

En el día a día vivimos muchas cosas, pero pocas veces conocemos el destino de los sucesos. Por eso nos anticipamos juzgando esto como bueno o aquello como malo, cuando en realidad todo lo que “nos pasa” es justamente lo que necesitamos para evolucionar y desarrollarnos.

¿Cuántas cosas que parecían “buenas” terminaron siendo trágicas? o ¿Cuántas cosas que parecían “malas” terminaron siendo benéficas?

Dado lo anterior, podemos recordar la fábula de la vaca:

“La leyenda cuenta que un maestro de la sabiduría paseaba por un bosque con su discípulo, cuando vio a lo lejos un sitio de apariencia pobre, y decidió hacer una breve visita al lugar.

Llegando al lugar constató la pobreza del sitio, los habitantes, una pareja y tres hijos, la casa de madera, vestidos con ropas sucias y rasgadas, sin calzado, entonces se aproximó al padre de familia y le preguntó: ¿En medio de este estado de escasez y pobreza total como le hacen para sobrevivir? El señor calmadamente respondió: amigo mío, nosotros tenemos una vaca que nos da varios litros de leche todos los días. Una parte del producto la vendemos y la otra parte es para nuestro consumo y así vamos sobreviviendo. El sabio escucho con atención, contempló el lugar por un momento, luego se despidió y se fue.

Antes de emprender camino el maestro le comento a su discípulo: Es hora de que aprendas una lección. El maestro sacó una daga que llevaba en su bolso y, ante los ojos incrédulos del joven, mató a la vaca.

¡Maestro!, dijo el joven: ¿Qué has hecho? ¿Qué lección es está al hacer algo tan malo y dejar a la pobre familia en la ruina total? ¿Cómo has podido matar a la vaca si representaba su única posesión y medio de sustento? 

Haciendo caso omiso a las interrogantes del joven, el maestro continuó su marcha.

Aquella escena quedó grabada en la memoria del joven, y vivió con la terrible idea de que, sin la vaca, aquella familia seguramente moriría de hambre.

Un año más tarde, el joven decidió regresar a aquella humilde casa para contarle todo a la familia, pedir perdón y ayudarlos. Pero en su lugar encontró una casa muy grande, todo estaba muy bonito, con árboles floridos, con coche en el garaje y algunos niños jugando en el jardín.

Era obvio que la muerte de la vaca había sido un golpe demasiado fuerte para la familia, quienes seguramente tuvieron que abandonar el lugar, y ahora una nueva familia con mayores posesiones se había adueñado del lugar construyendo una mejor vivienda.

El joven se sintió triste, pero cuál sería su sorpresa que del interior de aquella casa salió el mismo hombre que visito hace un año. ¿Cómo es posible? Preguntó el joven. Hace un año fui testigo de la tremenda pobreza en la que vivían. 

El señor entusiasmado le respondió: nosotros teníamos una vaca, pero la mataron, de ahí en adelante nos vimos en la necesidad de hacer otras cosas y desarrollar otras habilidades que no sabíamos que teníamos, de esta manera poco a poco hemos llegado a esta nueva vida.

¿Tú crees que si aún tuvieran la vaca estarían hoy en donde se encuentran?

La vaca era su única posesión pero también era la cadena que los mantenía atados a esa vida de mediocridad y miseria.“

Haber matado la vaca, ¿fue algo bueno o algo malo? Cada quien tendrá su propia opinión; el evento es que mataron a la vaca, lo importante es que eliges tú hacer con ello.

Te invito a que ante cualquier situación que se te presente en la vida, dejes de preguntarte ¿Por qué? Y empieces a preguntarte ¿Para qué? Y así, actúes en consecuencia.

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