lunes, 23 de marzo de 2015

¿Qué quieres?





La energía sigue al pensamiento y la manifestación sigue a la energía. Algo se vuelve material  dada la energía en movimiento a través de ello. Cuántas veces hemos escuchado sobre la ley de la atracción de que si lo piensas lo atraes. Pero para realmente generarlo hay que estar enfocados e intencionados.

La focalización no solo es lo que piensas; sino todo lo que dices, miras, escuchas, sientes, haces e imaginas. La energía se dirige hacia aquello que focalizamos y el universo empieza a actuar en consecuencia permitiendo que las cosas fluyan alineándose a nuestra intensión y enfoque.

Si te pregunto qué quieres, tal vez podrás contestar: “No quiero dolor, sufrimiento, duda o tristeza en mi vida”, entonces ¿Por qué lo tengo?

La programación neurolingüística nos dice que el cerebro omite la palabra NO, por tal motivo, si dices “No quiero tristeza en mi vida”, lo que estas generando es tristeza en tu vida.

También es de gran importancia poner atención y cuidado cuando digo que quiero algo y me enfoco en lo que no tengo, en lo que me hace falta, puesto que lo igual atrae lo igual, entonces voy a estar atrayendo más de lo que no tengo, más de lo menos. “Yo quiero darle a mis hijos todo lo que no tuve, y al final seguiremos generando carencia en ellos”. Otra situación común es que la mayoría de las personas cuando quieren resolver un problema, solo se enfocan en el problema, llenando de energía el problema y por consecuencia siguen teniendo el problema, a menudo más grande. Recuerda que la energía sigue al pensamiento, y la manifestación a la energía. En la escena en donde el padre le dice al hijo: “no vayas a tirar el jugo” ¿Qué sucede después? !Derrama el jugo!. No es porque el niño sea torpe, rebelde o desobediente. Es porque la instrucción fue dada de manera equivocada.  <Si te doy una instrucción clara: “No pienses en un elefante rosa”, ¿qué es lo que haces? ¡Piensas en un elefante rosa!> Igual aquí, se ha creado una imagen del jugo derramado, así que es lo que se manifestará. Lo correcto es crear una imagen de lo que SI se quiere y no de lo que NO se quiere. Por ejemplo; “agarra bien el vaso”, “pon el vaso en la mesa” o “ten cuidado con el jugo”.

Si quiero algo, ¿Cómo le hago entonces? Lo primero es que tu deseo venga desde tu SER, desde tu verdadero yo, ahí solo es abundancia, no hay carencias; pide y decreta en positivo, después aprende a desprenderte de lo que no tienes, puesto que no podrás tener algo hasta que lo dejes ir, sabiéndote completo sin eso que dices querer y que aún no tienes; y por último se agradecido con todo lo que si tienes.

Cuando realmente sabes lo que SI quieres y estas enfocado e intencionado, vives una vida de abundancia, determinación, significado y aportación, volviéndote un imán atrayendo todo lo que por derecho divino te corresponde.

Pero que pasa cuando sabes lo que quieres y además estas enfocado, pero aún así no logras materializarlo. Y además, te escuchas a ti mismo explicándote y justificándote el porqué no lo logras. Entonces habría que poner especial atención a tu sistema de creencias limitantes, “Quiero más dinero, pero no soy lo suficientemente hábil para generarlo”, “Quiero bajar de peso, pero soy de huesos gruesos”, “Quiero una relación de amor y armonía, pero todos los hombres son iguales”  (Visita la publicación de “Las creencias”).

Es muy común escuchar a la gente decir: "¡Si Dios quiere!", te aseguro que Dios es bueno y que él siempre quiere, la pregunta es ¿tú quieres?.

"No basta con querer: debes preguntarte a ti mismo qué vas a hacer para conseguir lo que quieres"
Franklin Roosevelt

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